La realidad es que la terapia y el acompañamiento deben hacer más fácil el camino del niño y las familias hacia lograr resultados concretos.
Y es importante alcanzar los primeros resultados claves en un menor plazo.
Esto me ha hecho obsesionarme por encontrar la mejor ruta de trabajo basada científicamente en los campos de la psicología, la logopedia, la terapia ocupacional, las neurociencias aplicadas al neurodesarrollo y la neurorrehabilitación, para poder ayudar a tener resultados más rápidos.
Entendimos tratando a nuestros pacientes que cada vez había más necesidad por ver resultados más rápidos.
Porque los padres bajaban niveles de ansiedad, se apegaban más al tratamiento y los niños aprendían antes, y en consecuencia los niños tenían mucho mejor resultado.
Así que no tuve otra que buscar los enfoques correctos para avanzar en resultados más rápidos y concretos en función del diagnóstico del niño.
No funcionaba trabajar bajo consultas sueltas, sin un método integral.
Funcionaba la creación de un programa y un enfoque integral que permitiera asegurar resultados.
Y para asegurar resultados creamos esto. Un programa cuyo único foco es alcanzar los mayores resultados en el menor tiempo.
Cada niño es un mundo y cada meta concreta es diferente, por eso la definimos con los padres.
Y hacemos un trabajo intensivo.
Desde entonces nuestro foco es lograr niños más felices, independientes y resolutivos desde los primeros 5 meses.
Ser la palanca correcta para las familias, para realmente tener un gran salto con los niños y con los padres en función de donde están.
Y ya no vemos otra forma de trabajar.
A diferencia de otros equipos terapéuticos infantiles que trabajan a través de sesiones sueltas de terapia sin un marco estructural, tenemos un método de trabajo estructurado y secuenciado que aplicamos a cada niño de manera personalizada e intensiva.
Trabajamos la práctica extendida de clínica a casa y entorno del niño para asegurar en corto tiempo resultados tangibles.
Nos enfocamos en objetivos concretos para lograr que las familias vean avances en su hijo: más resolutivo, independiente y feliz, y padres con más autoconfianza en la resolución de las dificultades diarias.